La sublimación es una técnica de personalización que permite fijar un diseño sobre multitud de sustratos sin dejar tacto y con una durabilidad realmente elevada. Pero antes de entrar en materia, ¿qué es la sublimación? La sublimación es un proceso físico que consiste en el paso de estado sólido al gaseoso sin pasar por el líquido. La técnica de personalización mediante sublimación coge el nombre de este proceso.
Por tanto, con esta técnica es posible imprimir cualquier diseño (imagen, vector, etc) y transferirla sobre el objeto que deseemos aplicando calor. A continuación veremos qué es lo que necesitamos para personalizar mediante sublimación, cuáles son sus ventajas y por supuesto, cuáles los inconvenientes (porque también existen).
Para poder realizar sublimación es imprescindible disponer de lo siguiente:
- Impresora con tintas de sublimación.
- Perfil de color.
- Papel para sublimación.
- Sustrato de poliéster o con un recubrimiento especial.
- Cinta térmica adhesiva.
- Plancha que alcance 200ºC.
La impresora
A fin de poder imprimir nuestro diseño necesitaremos una impresora, por supuesto. No obstante, las tintas normales que vienen con las mismas no sirven para el proceso de sublimación. Necesitamos tintas sublimáticas, es decir, tintas que cuando se les aplica calor (200ºC aproximadamente) se convierten en gas. ¿Entonces podemos usar cualquier impresora y ponerle tintas de sublimación? Podría parecer que sí pero las tintas sublimáticas suelen ser muy densas y si el cabezal de la impresora elegida no es apto tendrás muchísimos problemas: desde no poder imprimir con calidad hasta obturar por completo el cabezal.
En el mercado existen diferentes opciones de impresoras según las necesidades del cliente. En Ezedichi contamos con plotters de sublimación de gran formato (hasta 160cm) diseñados para grandes producciones en volumen y/o tamaño así como impresoras de sublimación A4 y A3 en dos gamas: iniciación y profesional.
El papel
Una vez hemos resuelto la cuestión de la impresora, debemos pasar al papel. Para que nuestros diseños queden correctamente transferidos sobre el
sustrato necesitamos un papel especial diseñado para absorber la cantidad necesaria de tinta. Además, debe aguantar las altas temperaturas del proceso (aproximadamente 200ºC). Existen numerosos formatos y gramajes de papel en función de las necesidades: desde papel en bobina para plotters hasta folios tamaño A4 y A3 para impresoras profesionales o de iniciación.
Utilizar un buen papel es decisivo en el proceso y muchos problemas en el resultado final pueden estar originados en la utilización de un papel de importación de baja calidad. En Ezedichi trabajamos con los mejores fabricantes de papel de sublimación: para los clientes de gran consumo distribuimos papel de sublimación europeo en bobina fabricado por Cham Paper Group (SAPPI). Para impresoras de escritorio también buscamos la máxima calidad y ofrecemos a nuestros clientes el papel norteamericano Texprint, todo un referente en la industria.
El perfil de color
Cuando compramos la impresora, tintas y papel de sublimación a un proveedor de contrastada experiencia, este nos proveerá de un perfil de color. El perfil de color es un elemento importantísimo pese a que no ocupa ningún espacio físico ni lo encontraremos en la caja de la impresora. ¿Por qué es tan importante? El proceso de sublimación es complejo y la tonalidad final de la tinta depende de muchos factores. El perfil de color nos ayudará a que aquello que veamos en la pantalla sea realmente lo que obtenemos cuando terminemos de planchar nuestro diseño.
En Ezedichi nuestros plotters e impresoras incluyen perfil de color, en algunos casos desarrollados por el propio fabricante y en otros casos realizados por nuestro personal. Un técnico cualificado realizará la instalación del perfil vía remoto, conectándose a tu PC, para que no tengas que preocuparte por la correcta instalación.
Ahora que ya tenemos nuestro equipo preparado para imprimir necesitamos saber sobre qué objetos podemos transferir las imágenes. Las tintas de sublimación necesitan transferirse sobre poliéster o sobre un polímero especial. De este modo, podemos personalizar prendas de poliéster o mezcla (con alto contenido en poliéster). Afortunadamente, la industria de la sublimación ha crecido ampliamente en los últimos años y no únicamente pueden personalizarse camisetas o bolsas de poliéster sino que existen numerosos artículos preparados para la sublimación como tazas, azulejos, posavasos, llaveros, pizarras decorativas, imanes, cojines, botellas y un sinfín de artículos más.
La plancha
Por último, solo nos queda comentar la plancha necesaria con la que aplicar calor a nuestro diseño y plancharlo sobre el objeto, no sin antes fijar el papel impreso con un pequeño trozo de cinta térmica adhesiva. En función de los sustratos que queramos personalizar necesitaremos un tipo de plancha u otra. Por un lado encontramos las planchas planas que nos servirán para transferir diseños sobre todos aquellos objetos planos como camisetas, imanes o posavasos. Por otro lado disponemos de planchas específicas para algunos artículos con formas especiales como las tazas o las gorras.
Es crucial utilizar una buena plancha que realice un reparto de la temperatura adecuado así como una distribución uniforme de la presión. Existen máquinas de importación para aquellos clientes que requieran una menor exigencia en sus trabajos. Para aplicaciones profesionales es muy recomendable utilizar planchas de contrastados fabricantes como SEFA o Siser.
No es posible realizar sublimación con una plancha casera puesto que no alcanza la temperatura necesaria (aproximadamente 200ºC) ni reparte el calor de forma uniforme.
Ventajas e inconvenientes
Las ventajas de la sublimación son numerosas: en primer lugar es un proceso digital y por tanto podemos transferir cualquier imagen o diseño sin límite de colores. Incluso podemos aplicarle efectos flúor si nuestra impresora está equipada con este tipo de tintas. El proceso es rápido pues en función del sustrato necesitaremos de 30 a 180 segundos (algunos sustratos como los azulejos necesitan más tiempo pues se planchan del revés), no deja ningún tacto sobre la prenda o el objeto y su durabilidad es muy alta. Requiere pocos conocimientos del sector y la inversión para iniciarse en este proceso apenas supera los 500€ con toda la maquinaria necesaria.
Por otro lado, el inconveniente principal es que no podemos sublimar cualquier objeto: necesitamos que el sustrato sea de poliéster o esté tratado con un polímero especial. En el mercado encontramos numerosos artículos ya preparados y si no lo estuvieran, existen soluciones para tratar nosotros mismos las superficies aunque no se trata de un proceso trivial (p.e. Sublicoat A+B). Por otro lado, el objeto debe ser blanco puesto que de lo contrario no veríamos correctamente los colores al tratarse de tintas traslúcidas.
Bonus: sublimación en algodón
Muchos clientes necesitan realizar personalización sobre prendas de algodón y esto no es posible de forma nativa utilizando sublimación. No obstante, diferentes fabricantes han lanzado en los últimos años numerosas opciones para "sublimar" sobre prendas de algodón. De este modo se elimina la limitación de las prendas de poliéster aunque el resultado no es tan duradero y la tinta no queda encapsulada en el tejido por lo tanto nuestras impresiones tendrán tacto.
En una futura entrada comentaremos las ventajas e inconvenientes de cada material. Por el momento os dejamos un listado de las posibles soluciones: Siser Easy Subli, Forever Subli-Light No-Cut, Subli-Flex 202, Subli-Flock 5901, Textil Sublimable Poli-Flex Printable 4675, Polvos de Polímero, Chromablast.
